Dos semanas después del 9 de octubre se ha podido verla invasión y ocupación completa de partes del Norte y Este de Siria. Todavía se están cometiendo crímenes de guerra, la población civil está siendo atacada, las mujeres están siendo obligadas a cubrirse contra su voluntad, el cuerpo de las combatientes de las YPJ están siendo profanados. Estás masacres están siendo permitidas, por los poderes internacionales que consienten la violencia o no hacen nada.
Rusia, los Estados Unidos y la OTAN se han posicionado en realidad igualmente al respecto de la agresión Turca. Todos los grandes poderes del mundo proclaman ser desacuerdo, pero desde donde estamos mirando nosotras sus objetivos parecen todos los mismos. Están completamente de acuerdo con el mundo que ellos mismos perpetúan. Y es donde gobierna la violencia patriarcal en todas sus formas, desde los violentos y gasógenos asesinatos hasta la ocupación y colonialismo.
La revolución de Norte y Este de Siria ha creado un mundo diferente, y ha demostrado que una alternativa real existe.
En este momento, los Estados nacionales y las instituciones globales se juntarán para mostrar su verdadera cara. Algunos de ellos no se preocupan de esconder su lado fascista, otros proclaman la democracia y libertad pero no toman los pasos para llegar a ello.
¿Dónde se queda la Norte Este Siria? ¿Dónde quedan las mujeres del mundo y la queagente lucha por la libertad y un futuro mejor?
Nos quedamos entre nosotras mismas, las únicas y verdaderas aliadas que realmente necesitamos. En estos oscuros tiempos nadie puede negar eso. Pero en estos días también se ha visto una ola gigante de solidaridad de todos los rincones del mundo. Mujeres y gente a través de todo Europa, Norte y Sur de América, Oriente Medio, se han levantado por Rojava. Amor y rabia han llegado de Pakistán, Afganistán, Sur de África, Marruecos, India, Túnez, Islandia, Malasia, China, Argentina, Serbia y Finlandia para nombrar algunos ejemplos. Y sabemos que existen muchos más.
Las acciones se extendieron. Desde escribir cartas, a manifestaciones, arte, hasta acciones directas para destrozar la maquinaria global de guerra y todo lo que cabe entre medio.
Todos los pasos positivos que se han tomado desde los gran poderes e instituciones como prohibición de venta de armas, condenando los ataques, son por su puesto bienvenidas. Pero también sabemos que éstos son el resultado de la presión que se ha ejercido con la rabia, indignación y autodefensa de la gente que luchan por la libertad. Todos estos pasos son señales de nuestra fuerza y cada pequeña acción ha contribuido a ello.
Pero la solidaridad del mundo es mucho más que obtener la respuesta del poder. Todo es parte de un proceso para construir un futuro diferente. Un proceso que anhela por último derrotar estos poderes, desmantelándoles y haciéndoles carecer de sentido.
Si hay una cosa que tendríamos que destacar que el movimiento Kurdo saber hacer es construir algo hermoso y poderos de algo desolador. Como encontrar esperanza en la oscuridad, y como convertir todos los ataques del enemigo en fuerza de la resistencia. El Movimiento de Liberación de Kurdistán es en parte un acto de venganza por todas nosotras. Y nosotras también tomaremos la venganza por las tierras ocupadas en el Norte y Este de Siria.
La venganza no significa más sangre, la venganza significa hacer todo lo que temen nuestros enemigos. Construir un futuro diferente. Y esto lo necesitamos hacer en todo el mundo. Norte y Este de Siria es un frente muy importante donde luchar contra la violencia del capitalismo, del Estado-Nación, colonialismo y patriarcado. Plenamente entendemos que cada acto de solidaridad no significa «ayuda» a Rojava, pero junta energía para seguir luchando.
Las relaciones que estamos construyendo ahora no morirán, pase lo que pase las semanas que vienen. La rabia creada por esta ocupación fascista solo nos hará más fuertes. No solo en el sentido ideológico, pero concretamente por los verdaderos lazos que se han construido y la base en el sentido organizativo que se ha establecido.
Lo que nuestro enemigo no ha entendido es que no dependemos de las sillas del poder, de los edificios concretos o símbolos oficiales. No hay territorio que se pueda ocupar y destruir a la revolución porque esta vive en la lucha misma en nuestros corazones. Y cada vez más, más corazones se unen a esta revolución.
Mujeres en el mundo entero se levantan por Rojava y se entreconectan. Los hilos se conectan a través del mundo, lazo por lazo, construyendo una gigante red. Nuestro amor, nuestra ideología, nuestra lucha vuela y vive a través de esta red. Y a pesar de que el enemigo avanza ahora mismo cada día se van construyendo nuevos lazos, las conexiones se van fortaleciendo.
Y ahora más que nunca tenemos que defender Rojava sin ninguna duda de que cuando lo hacemos tiene un gran sentido y esto cambiará nuestro futuro.