Desde el 9 de octubre de 2019 continúan los ataques sistemáticos y los intentos de genocidio contra la población kurda, árabe, armenia y siríaca del norte y este de Siria. Esta ocupación es un ataque directo a las instituciones democráticas y sociales y al autogobierno democrático del pueblo. Esos brutales ataques perpetrados por el ejército turco y las fuerzas yihadistas sustitutivas se producen bajo el mando del líder terrorista turco Erdogan.
Turquía está gobernada por la política de ocupación de Erdogan. Los aliados de esta política de ocupación se unen al terror de Erdogan y cierran los ojos ante la ocupación de todas las regiones donde viven los kurdos y los pueblos de otras naciones. Esta situación ha sido reconocida por pueblos amantes de la libertad en muchos países de todo el mundo. Es un genocidio del siglo XXI, que es visto en programas en vivo por todos. Muchas reacciones en estos países han sido respondidas con violencia. Pero la resistencia continúa hasta ahora. Es muy honorable que tanta gente se identifique con la lucha y las reivindicaciones de la gente de aquí y trate de encontrar diversas formas de solución y apoyo.
En el norte y el este de Siria se han practicado estos métodos de solución y resistencia. La primera forma es el derecho a la legítima defensa, que continuará hasta que se resuelvan por las vías de solución dialogadas. La segunda forma es el desarrollo diario de un sistema de organizaciones e instituciones democráticas. El sistema de la Nación Democrática se ha formado en los campos de la educación, la economía, la salud, la convivencia libre, la política y otros. Es la transformación de un espíritu en práctica. Los trabajos de educación, salud, economía, municipalidad, ecología y la política continúa bajo cualquier condición.
Todas estas obras y dimensiones forman parte de este sistema de Nación Democrática y constituyen la vida cotidiana de la aldea de mujeres de Jinwar. En todos los campos de la vida como la educación, la salud, la ecología, la economía, la agricultura, la jardinería y la ganadería, Jinwar ha podido convertirse en un ejemplo de vida colectiva y pacífica. Pero como toda la región se encuentra bajo la amenaza de la guerra de ocupación, la vida de las mujeres, los niños y las niñas está un peligro. La existencia de Jinwar también están en peligro. Los sonidos de los aviones de guerra, tanques y bombas turcos están muy cerca. Las mujeres y los niños de Jinwar que ya habían sufrido diferentes experiencias de vida dolorosas encontraron en JINWAR por primera vez un lugar pacífico y seguro.
Pero ahora tienen que enfrentarse de nuevo al miedo a la guerra y a la muerte. Estas condiciones hicieron necesario que algunos niños y mujeres con problemas de salud o con necesidades especiales tuvieran para mudarse a otros lugares. Están esperando el final de la guerra para volver con sus amigos a su pueblo. Aparte de eso, las mujeres de Jinwar están organizando su vida en la aldea, incluso si las condiciones han cambiado. y se han vuelto difíciles. Al mismo tiempo, las mujeres de Jinwar se han unido a las protestas contra la guerra, como por ejemplo manifestaciones, reuniones y declaraciones públicas. Apoyando a las víctimas de la guerra, visitando a enfermos y heridos, asisten a los entierros y ceremonias de los mártires, las mujeres de Jinwar han estado expresando su preocupación, interés y solidaridad. Sintiendo la responsabilidad social, las mujeres de Jinwar visitaron las aldeas circundantes y continuaron con su trabajo diario en el pueblo. Especialmente en lo que se refiere a la atención de la salud de las mujeres y los niños se han organizado los tratamientos necesarios y los controles sanitarios mensuales.
La aldea de mujeres de Jinwar se inauguró el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el día 25 de noviembre de 2017. Hasta ahora, docenas de mujeres y niños se han quedado en Jinwar y han compartido sus experiencias, así como su pan, comida y agua con cada persona que ha pasado por JINWAR. Los habitantes de Jinwar están profundamente conectadas entre sí y con su pueblo. La vida en el pueblo se ha convertido en un ejemplo para sus amigos y vecinos. El 25 de Noviembre, celebraremos una vez más el aniversario de la apertura de Jinwar y nos levantaremos contra todas las formas de violencia contra las mujeres. Continuaremos nuestra lucha para continuar nuestra vida en paz. Esperamos veros a todos el 25 de noviembre en Jinwar, condenando todos los genocidios, masacres, fundamentalismos religiosos, sexismo y racismo, y os invitamos a celebrar los logros de las luchas de las mujeres.
Estamos aquí, en nuestra tierra. Estamos aquí, en nuestra patria. Cada lugar donde vive y crece la democracia ecológica es nuestra tierra. Todo sistema en el que exista una pluralidad de naciones, lenguas, culturas y creencias es nuestro sistema. Todas las personas que luchan por estos derechos están con nosotros.
JIN JIYAN AZADI
El Consejo de Jinwar
