Nos inclinamos con respeto ante su recuerdo

El camino se ha convertido en el de las sucesoras

¿Quién renunciará a esta lucha?

Embellecidas por su coraje, fluimos hacia el mañana

Somos el ave Fénix, resurgimos de nuestras cenizas

(Elif Mercan)

No volveré nunca más

Soy la mujer, desperté

Me convertí en la tormenta sobre los cuerpos quemados de mis hijos

Encontré mi camino, y nunca regresaré

(Meena Keshwar Kamal)

Miles de mujeres han sido víctimas de la brutalidad del capitalismo, la invención de las mentes de los hombres. Pero nunca dieron un paso atrás, no podían apartarse de su camino. Si hubiéramos dado un paso atrás, desde la época de la ejecución de Olimpia de Gouges y Madame Roland en la guillotina, todas las mujeres heroicas que se enfrentaron valientemente a la muerte, no habrían dejado su huella en la historia. Las mujeres siguen siendo masacradas por el brutal sistema de los Estados porque siguen resistiendo. Las mujeres se han apoderado de la tradición de lucha, de su dignidad y lo que es más importante, de su valerosa determinación de unas a otras durante miles de años. Así como heredaron tradiciones y culturas que mantuvieron viva la socialidad. Miles de mujeres notables, como Hevrin Xelef más recientemente, nunca abandonaron su búsqueda de libertad en los últimos cinco siglos. (Hevrin Xelef era una política e ingeniera civil kurda-siria, que fue brutalmente asesinada por la operación militar turca en el noreste de Siria el 12 de octubre de 2019). En la memoria de cientos de miles de “brujas” que fueron quemadas, las mujeres han resistido contra miles de ataques enmascarados del sistema. Se han convertido en nuestro coraje para emprender nuevas luchas. Fueron cientos, miles, tal vez millones. Algunas tenían nombres, otras no. No tuvieron miedo en los levantamientos kurdos y en los genocidios armenios. Eran madres, hermanas, seres queridos, seres afectuosos. Frente a una ola tras otra de opresión fascista, ardían como llamas en la oscuridad, prendiendo otros corazones con la misma llama. Se convirtieron en esperanza, coraje, premoniciones, determinación, se convirtieron en socialismo, paz y ecología. A través de sus ojos sonrientes, la vida comenzó a nadar valientemente en el mar del miedo del fascismo. Para ellas vivir era llevar la emoción de la libertad en sus mentes, dejar un legado de lucha que miles de mujeres asumieron, inspirar a las mujeres en la lucha por la libertad y si era necesario, dar la vida por sus luchas. Siguen fluyendo como una fuerza misteriosa al frente de la lucha y para atraer a la gente a este flujo de energía.

Rosa no podía ser olvidada

Rosa Luxemburgo

Pensaron que Rosa Luxemburgo sería olvidada cuando su cuerpo fue arrojado al canal de Berlín. Miles de personas tomaron su nombre y cientos de miles de mujeres siguen alimentándose de sus emociones y de su valiente mente. Rosa y su camarada Karl Liebknecht fueron blancos muy concretos para evitar la oleada revolucionaria rusa. Rosa desafió valientemente a la muerte, y aún después de 100 años, las mujeres que la sucedieron resisten con el mismo coraje. Incontables guerrilleras marcharon sin miedo ante la muerte, cientos de mujeres luchadoras por la libertad y políticas se convirtieron en Rosa. Su corazón, que latió valientemente acelerado desafiando su pierna coja, siguió latiendo en el de millones. Meena, que fue masacrada por las fuerzas opresoras de la mente masculina dominante, no tiene tumba, pero su camino está claro. Sus camaradas la han mantenido viva luchando en el camino que ella estableció a través de RAWA (Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán) durante los últimos 40 años.

Berta Cáceres

Berta Cácares, originaria de Honduras, ella era su voz, su conciencia y su corazón. El ejército tenía su nombre en la lista de la muerte. Recibió 33 amenazas de muerte por su campaña contra la construcción de una presa. “…quiero vivir, hay muchas más cosas que quiero hacer en este mundo, pero ni una sola vez pensé en dejar de luchar por una vida honorable, por nuestro medio ambiente, porque la nuestra es una guerra legítima…”. No tenía miedo de decir la verdad. Era noble y valiente. Tenía el poder de infundir amor por la lucha entre las que la rodeaban, sin ceder, sin tregua, sin un milimetro de brecha desde donde otras lo habian dejado. ¿Quién podría abandonar la lucha, después de tanta sangre derramada de estas diosas de la ecología, por el río Gualcarque, tan sagrado para las indígenas?

Las mujeres que lanzaron una llave inglesa a las obras

Gauri Lankesh

La “periodista intrépida y franca” india Gauri Lankesh criticó la versión india del nacionalismo, una enfermedad del capitalismo, y fue masacrada. El gobierno no encontró a los asesinos. Miles de personas se reunieron en el lugar donde la mataron y sus consignas “Puedes matar a la gente, pero nunca sus ideas” y “Yo soy Lankesh” demuestran que las mujeres no se apartaron de su camino. En India, donde la mentalidad masculina dominante quiere crear una vida despiadada, la resistencia de las mujeres contra el patriarcado, la célula madre del capitalismo, continúa.

Marielle Franco

La brasileña Marielle Franco fue una defensora aférrima de la vida y concejala de la ciudad de Río de Janeiro. Fue asesinada pocos días después de condenar la violencia policial. Franco, que había demostrado la importancia de los gobiernos locales en la política democrática y el liderazgo de las mujeres en ella, provocó que miles de personas salieran a las calles para protestar por su muerte. Estas mujeres son sólo algunos ejemplos. Tantas mujeres defensoras de la libertad fueron asesinadas porque lanzaron una llave inglesa a las obras del sistema capitalista. Sin embargo, se convirtieron en guía de sus sucesoras y la determinación de su lucha.

Las mujeres como rostro de la esperanza que florece

Las tres mujeres kurdas revolucionarias asesinadas en París, el 9 de enero de 2013, eran representantes del movimiento de liberación del Kurdistán, que floreció como una nueva ola de esperanza, treinta años después de que fueran sofocadas últimas rebeliones kurdas. Sakine Cansiz fue el rostro femenino de esta esperanza, el espíritu femenino, el corazón femenino. Nació 20 años después del levantamiento de 1938 en la tierra sagrada de Zarife y Besê, la ciudad de Dersim, donde miles de mujeres heroicas lucharon hasta sus últimos momentos.

Sakine Cansiz

Al hablar de la fecha de su nacimiento, señala: “Me pregunto si nacer en la época más fría del año es una cuestión de suerte? Creo que uno tiene suerte de nacer en el año nuevo, en pleno invierno, cuando la nieve cubre la tierra”. Así como ella vio su papel en el floreciente movimiento de libertad kurdo como una cuestión de suerte en desafío a los oscuros inviernos a los que el Kurdistán estaba sometido.

Sus padres fueron testigos vivos de la rebelión. Por eso su asesinato es otra más de las masacres de 1938. “Sakine Cansiz es la fuerza vital resistente de las mujeres que desempeñaron un papel importante en las rebeliones kurdas. Ella es la que se hizo cargo de la lucha que dejó Rindêxan, quien saltó del puente Mala Badê en Kurdistán después de gritar “Déjame ver la tierra de mi país por última vez”. Ella es la que creó el legado de valentía en la prisión de Diyarbakır, por lo que la madre Gülnaz pudo demostrar tanta tenacidad y resistencia al mirar los cuerpos sin vida de su hijo y hermano decapitados. Ella es la que escupe en el rostro de su verdugo con la valentía de Keça Neqadayî y Leyla Qasim sembrada en su corazón. Con su valentía intensifica el fuego de la libertad de las mujeres, el fuego que no pudo ser extinguido durante miles de años”.

Pertenecían a una época mejor

Mientras que Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez eran los objetivos, el propósito de sus asesinos era evitar que una página de paz se abriera en las vidas de las personas que han soportado la devastación de la guerra. Era sabotear los pasos dados hacia una solución pacífica en los cien años de conflicto kurdo-turco.

La declaración del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan de que “Sakine representaba la paz en Europa” ilustra la tradición de la cual ellos eran representantes. Fidan Doğan y Leyla Şaylemez, junto con Sakine Cansiz, que fue una de las dos mujeres fundadoras del Movimiento de Liberación Kurdo, fueron representantes de la lucha y madres de la tradición de la diosa y del Kurdistán. Ellas representaban la tradición de la resistencia de las mujeres en las luchas de liberación nacional.

Como dijo Sakine Cansiz, su vida “siempre fue una lucha”. Al mismo tiempo, eran representantes del socialismo y creyentes de corazón en una vida digna y pacífica. Se embarcaron en el noble camino de las mujeres europeas que resistieron al fascismo alemán. Fueron vilmente asesinadas en el país natal de Juana de Arco. La huella que estaba en el gatillo que acabó con su vida es la misma que la de la guillotina que acabó con la vida de Olympe de Gouges y Madame Roland. Ellas, como dijo la propia Olimpia, no pertenecían a esta época sino a las posteriores. Estas tres valientes mujeres, que lucharon por que el pueblo viviera en una cultura de paz, por su honorable unidad, fueron masacradas para derribar la mesa de la paz.

Manifestaciones en respuesta a los asesinatos

Son la luz y el camino hacia nuestro futuro

Como todas sus compañeras y hermanas, asesinadas antes que ellas en Europa, América Latina, India, África, el Medio Oriente; en plazas, cimas de montañas y mazmorras, estas tres valientes mujeres pasaron la bandera de la resistencia y la lucha, que llevan millones de mujeres.

Sakine Cansiz seguirá viva y presente a través de nuestra historia de liberación de la mujer. Ella es el camino y la luz de nuestro pasado, presente y futuro. La creación de relaciones y alianzas democráticas, que Fidan Dogan se esforzó por hacer realidad, ha alcanzado su punto culminante con la revolución de Rojava, en todo el mundo. Las mujeres y los pueblos del mundo no han abandonado Rojava para rendirse. Leyla Şaylemez sigue viviendo en las acciones conjuntas y la energía ilimitada de la juventud kurda que se encuentra con la juventud del mundo y sigue sonriendo a todas nosotras.

Llevamos su coraje hacia el mañana

Ni los asesinos ni los asesinatos sin resolver, ni las balas traicioneras, las emboscadas, las frías guillotinas y cañones, ni los incendios ardientes podrían hacer retroceder la implacable resistencia de las mujeres en cualquier siglo, continente o país. Nuestros cuerpos, almas y corazones soberanos, vivaces, valientes, productivos y poéticos no podían ser rehenes de la mentalidad masculina dominante. Somos hijas de diosas! Tenemos el sello del amor, la guerra y la justicia que sostiene la muerte y la vida! Somos el ave fénix renacido de nuestras cenizas!

Seguiremos siendo el pulso que late en la resistencia, y seguiremos siendo el camino y la luz aunque tengamos que arder en nuestra lucha. Ayer nos dispararon en los cuerpos de Sara-Fidan-Leyla, Sêve-Fatma-Pakize, y hoy en los cuerpos de Hevrîn-Dayê Aqîdê-Amara, pero no hemos muerto. Nos hemos adornado con sus energías audaces y creativas y fluimos hacia el mañana. Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez, que fueron asesinadas en la ciudad donde nació el feminismo, a través de una sucia alianza y conspiración, seguirán viviendo las nuevas victorias del movimiento de liberación de las mujeres.

Me inclino con respeto ante su recuerdo.

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