Análisis: los intereses neo-Otomanos de Turquía

El objetivo principal que hay tras la invasión del norte y este de Siria por parte del estado turco y sus bandas aliadas es cambiar la estructura demográfica de la región.

Turquía ha lanzado una guerra de agresión declarando que quiere crear una zona segura, y ha denominado estos ataques como «Fuente de paz». Sabemos lo que esto significa por la masacre que cometieron en Afrîn bajo el nombre de «Rama de olivo». Desde entonces, cientos de personas han sido asesinadas en Afrîn, miles secuestradas y torturadas, olivares y sitios históricos han sido destruidos, cientos de miles de personas se han visto obligadas a huir.

En la frontera entre Idlib y Turquía, 120.000 personas que buscan protección intentan abandonar Siria. Turquía ahora envía soldados a Libia, donde converge la ruta de aquellos que salen de gran parte del continente africano hacia Europa.

Turquía quiere convertir las áreas ocupadas en un centro donde se entrena al peor tipo de mercenarios para luego enviarles al mundo a cometer atrocidades. De esta manera, Turquía intenta chantajear a Europa y a los estados árabes. Europa solo está pensando en asegurar sus fronteras, para que los refugiados no lleguen a suelo europeo.

Erdogan y sus aliados pretenden un nuevo cambio demográfico con el «cinturón turco salafista», una nueva encarnación del «cinturón árabe» creado por el régimen sirio en 1962 para «des Kurdificar» la región.

La ocupación plantea el peligro de la limpieza étnica y la amenaza del genocidio.

A medida que la población es expulsada, las familias islamistas y las personas venidas del estado turco se instalan en su lugar.

El gobierno turco intenta imponer sus intereses neo-otomanos a través de la Hermandad Musulmana. Ha reunido a docenas de diferentes grupos de al-Qaeda y la Hermandad Musulmana para usarlos para cometer crímenes de guerra y como carne de cañón.

Ya desde el acuerdo de Adana del 20 de octubre de 1998 entre el estado turco y el régimen sirio, en el que acordaron que Turquía podría perseguir a «terroristas» hasta cinco kilómetros dentro de Siria, los Servicios Secretos turcos comenzaron a invertir en estos grupos.

Solo unas semanas después de la ocupación de Serêkaniyê y Girê Spî,comenzó la «Turkificación» de la región.

La Dirección General de la Agencia de Migración de Turquía, coordinada por el Servicio Secreto Turco MIT, ha comenzado a preparar el reasentamiento de familias de los «estados turcos» de Asia Central a las dos ciudades del norte de Siria.

El MIT se reúne con islamistas radicales de los llamados estados turcos, como el Turquestán Oriental, Turkmenistán, Uzekistán, Tayikistán, Azerbaiyán e incluso de Afganistán, que han emigrado a Turquía, para convencerlos de que se reubiquen.

Primero, se seleccionan las familias de la milicia pro-turca, los restos de grupos islamistas como ISIS y al-Nusra que Turquía llama el «Ejército Nacional Sirio» (ENS).

El 24 de octubre de 2019, el estado turco organizó una reunión llamada «5º Congreso de turcomanos en Siria» en Azaz, ocupada por Turquía, para invitar a los «turcomanos» a «regresar» a los territorios ocupados. Durante la reunión se discutió la delimitación del territorio turcomano en Siria, e incluso se planeó una bandera y un himno.

Turquía, como ya ha hecho en Jarablus, Azaz, el Bab y Afrîn, está comenzando a institucionalizar la anexión de las áreas que ha ocupado.

Ha formado un «gobierno de transición sirio» y los funcionarios turcos han sido nombrados presidentes de provincia en Serêkaniyê y Girê Spî.

Serêkaniyê se conoce tradicionalmente en kurdo con los nombres de Waşokani, Aşukani, Kaniya Xezalan. La ciudad tiene una historia como asentamiento que se remonta al final del período neolítico. Tell Halaf, en la frontera con Serêkaniyê, es considerado uno de los asentamientos más antiguos de la región. Serêkaniyê es una ciudad en la que convivían armenios, kurdos, árabes, suryos, chechenos, turcomanos y ezidis. La población de Serêkaniyê (Ras al-Ain) ha estado viviendo en paz durante nueve años. Girê Spî (Tall Abyad) y Serêkaniyê son ejemplos de autoorganización democrática y de la construcción de una vida en común y solidaria. En cambio, ahora, en estas ciudades, las tropas de ocupación yihadistas turcas saquean y matan.

Se han introducido documentos de identidad turcos, se asignan nombres turcos a carreteras, pueblos y barrios, y el idioma turco se ha convertido en una asignatura obligatoria en las escuelas. Las mismas medidas adoptadas por el «Estado Islámico» durante su reinado del terror están en la agenda.

Establecen mercenarios con sus familias en las casas de los kurdos y otras minorías, y confiscan sus propiedades. Todas las rutas de entrada y salida se han cerrado para evitar que los residentes lleguen a sus hogares.

Debido al saqueo y a la destrucción de la infraestructura durante la invasión turca, existen dificultades en el suministro de bienes primarios como agua, pan y alimentos. Los precios de los alimentos están fuera de control.

Las tropas de invasión han derruido las casas de familias de personas que se unieron a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y luego las han aplastado con excavadoras.

Til Temir, símbolo del mosaico de pueblos de Siria, es el próximo objetivo de los ataques. Conocida como la Pequeña Siria, tiene una composición multiétnica de asirios, kurdos, árabes, sirios, armenios, que viven juntos en la ciudad. Hasta 2015 vivían pacíficamente juntos en esta ciudad, cuando el ISIS les atacó. El ISIS trató de poner a los diferentes pueblos unos contra otros, pero esto, por el contrario, fortaleció su unión. El objetivo del estado turco es destruir la fuerza de esta unión.

El cambio demográfico forzado tiene como objetivo debilitar a la nación democrática al privarla de sus raíces y diversidad.

La minoría cristiana en el norte y este de Siria, especialmente en el distrito de Til Temir (Tell Tamer) al norte de Hesekê, enfrenta una amenaza existencial a causa de la invasión yihadista turca. Los ataques tienen como objetivo destruir la identidad de los sirios (arameos, asirios – armenios- y caldeos) y sus valores históricos y culturales.

Las lenguas y culturas que durante décadas el régimen sirio intentó asimilar han alcanzado el estatus oficial en todas las instituciones y organizaciones de la Administración Autónoma del norte y este de Siria, especialmente en la educación.

Se han dado pasos históricos en el área de la educación en la región, proporcionando a todos el derecho a recibir educación en su idioma nativo. Los kurdos, chechenos, circasianos, siríacos y turcomanos, que habían sido privados de su lengua materna durante años, han comenzado ahora a desarrollar su lengua materna y a enseñarla a sus hijos.

Actualmente, más de 300.000 personas están huyendo de los ataques. A medida que se acerca el invierno, una catástrofe humanitaria es inminente. La Administración Autónoma del norte y este de Siria creó el campamento de Waşûkanî en Hesekê, donde residen más de 7.500 personas.

El profesor Muhammed Haco es miembro del Comité Administrativo de Educación de la ciudad de Serêkaniyê. Él también se vio obligado a abandonar su ciudad, ya que está ocupada por los mercenarios de la ocupación turca, y ahora forma parte del Comité Administrativo de Educación en el campo de refugiados de Wasukani. Discutimos con él sobre el cambio demográfico y el plan de asimilación y genocidio subyacente a la agresión del estado turco y sus aliados mercenarios.

El estado turco, junto con sus aliados, atacó las ciudades de Serêkaniyê y Girê Spî, como todos sabemos, y como la opinión pública internacional sabe, el 9 de octubre. El estado turco apuntó a estas ciudades, donde diferentes personas vivían juntas de manera democrática, autogobernándose a través de asambleas locales. Usó armas pesadas, bombardeos aéreos e incluso armas prohibidas a nivel internacional en una ciudad tan pequeña como Serêkaniyê.

El resultado de estos ataques es que miles de personas se han visto obligadas a emigrar y se han trasladado al cantón de Cizire, en particular al área de Heseke.

Estamos siguiendo la situación y, según la información que tenemos y lo que hemos visto con nuestros propios ojos, el estado turco quiere realizar su plan de implementar un proyecto de cambio demográfico en la región.

Ahora nos enfrentamos a una situación en la que Serêkaniyê ya no es como una ciudad del norte y el este de Siria.

El estado turco quiere transformarla en otra ciudad: dándole el nombre de Ceylaninar, ha cambiado su administración e impone su propio idioma y cultura a la población. El estado turco ha cambiado el nombre de 136 escuelas en la región de Serêkaniyê y les ha puesto los nombres de personajes de la historia otomana, que lucharon por el Imperio otomano.

Toda la gente que vivió en la región de acuerdo con un sistema democrático son conscientes de la barbaridad de los ataques del estado turco y sus aliados y sus masacres. Han visto lo que sucedió en Afrîn y lo han visto ahora en Serêkaniyê y Girê Spî. Los ataques son aún más graves y no pueden regresar a sus ciudades, ni kurdos ni árabes ni otros pueblos.

La propaganda estatal turca afirma que 1.300 personas han regresado a la ciudad de Serêkaniyê. Es cierto, 1.300 personas han ido a Serêkaniyê, pero el 80% de éstas provienen de Idlib. La gente de Serêkaniyê no ha regresado, porque conocen y ven la realidad de los grupos aliados de Turquía que ahora controlan la ciudad.

No solo imponen su propia cultura e idioma, sino que cambian la composición de la población de la región. Las personas que se han establecido en Serêkaniyê no conocen la ciudad, no conocen sus características y tradiciones; las personas que viven en diferentes barrios no se conocen entre sí, porque todas son extranjeras, en particular son familias mercenarias de los grupos aliados de Turquía.

El estado turco ha alienado completamente a la ciudad de Serêkaniyê de su gente y cultura regional.

Al mismo tiempo, desde que comenzaron los ataques, quienes sufrieron las consecuencias de estas masacres ha sido principalmente la población civil. Es cierto que ha habido una fuerte resistencia de nuestras fuerzas de defensa populares, las YPG, YPJ y SDF, pero ¿quiénes fueron las víctimas de estos ataques? ¿Quiénes fueron bombardeados con armas de fósforo? La población civil y los hijos de Serêkaniyê.

Yo mismo, que formaba parte del Comité de Educación en Serêkaniyê, vi con mis propios ojos a mis niños asesinados por el estado turco. Cuatro niños que estudiaban en la escuela donde enseñé fueron asesinados, quemados por las armas químicas del estado turco y alcanzados por sus bombardeos.

Las fotos de estos niños han sido mostradas a la opinión pública internacional, pero, desafortunadamente, las instituciones internacionales han permanecido en silencio ante estas masacres.

Los niños que sobrevivieron vinieron a Heseke y nosotros, como comité de educación, no tuvimos más remedio que reorganizarnos aquí en el campo de refugiados creado por la Administración Autónoma.

Nos dijimos, como antes de los ataques, que nuestros hijos estudiarían y trabajarían para construir su futuro, así que ahora estaremos a su lado para continuar haciéndolo. Entonces, una semana después de los ataques del 9 de octubre, comenzamos el censo de niños desplazados. Al principio había 1.300 niños, por lo que organizamos tres clases diferentes: preparación, intermedia y primaria.

En el campamento se establecieron clases en tiendas de campaña, los niños estudian en kurdo y árabe. Los niños kurdos estudian en su lengua materna de acuerdo con su propia cultura e historia y, así mismo, los niños árabes, sin interrupción, porque nuestro objetivo es contrarrestar el plan cultural de genocidio del estado turco.

Debido a que el plan estatal turco se llevó a cabo para que nuestra gente, la población de Serêkaniyê, se haya visto obligada a vivir como refugiada, a permanecer sin educación, para que todos nos quedemos sin futuro, queremos boicotear este plan del estado turco. Para que no pueda decir: tuve éxito en mi plan en Serêkaniyê, en el futuro haré lo mismo en otras regiones.

Si miramos a Serêkaniyê hoy, el estado turco ha transformado 19 escuelas en bases militares, ha arrasado con 25 escuelas, ha cambiado los nombres no solo de las escuelas restantes, sino también de los hospitales, las carreteras; ha cambiado por completo la identidad de la ciudad.

Por esta razón, el estado turco es un peligro no solo para el pueblo kurdo, sino para todo el mundo; esta verdad debe ser conocida. Especialmente, el estado turco es peligroso para todo el Medio Oriente, aunque su objetivo principal es la eliminación del pueblo kurdo. Está implementando un cambio demográfico forzado en Serêkaniyê y Girê Spî, como lo hizo anteriormente en Afrîn.

La región de Serêkaniyê, que anteriormente era un lugar seguro donde todos los pueblos vivían juntos, ahora se ha convertido en una área peligrosa, porque ha sido ocupada por el estado turco y sus milicias mercenarias y hoy en Serêkaniyê solo hay un grupo étnico, un idioma, una historia y persiguen su propio chovinismo cultural«.

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