A la sombra de la actual crisis del coronavirus, estamos muy preocupadas por la situación de los presos políticos en Irán, especialmente de las mujeres. A finales de marzo, 200 presas se declararon en huelga de hambre en la prisión de mujeres de Urmiye debido al alto riesgo para la salud en que se encuentran. En abril, 36 prisioneras fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad durante las protestas de la prisión en las que reclamaban más medidas de higiene. Además, la pena de muerte sigue siendo una práctica común en Irán y 13 prisioneros fueron ejecutados en abril.
Hoy nuestros ojos están puestos en la activista kurda Zeynab Jalalian. Jalalian ha estado luchando por los derechos de las mujeres durante años y ha estado encarcelada en Irán desde 2008. Fue detenida en el verano de 2008 en Kirmaşan y condenada a muerte en enero de 2009 por «hostilidad a Dios». Sin embargo, las protestas y la amplia atención pública que recibió impidieron su ejecución.
El 28 de abril de este año, Zeynab Jalalian fue transferida de la prisión de Xoy (Khoy). Después de eso se creyó que había desaparecido. Días después se supo que fue trasladada con los ojos vendados y las manos atadas a la prisión de Qarchak en Waramin, al sur de la capital iraní. Según las sospechas, se abrirá un nuevo caso criminal contra ella.
Zeynab Jalalian está gravemente enferma y pertenece forma parte de lo que se consideran grupos de riesgo frente a la pandemia, a pesar de lo cual las autoridades iraníes le niegan el acceso a médicos especialistas o a tratamiento médico fuera de la prisión. Amnistía Internacional califica la negativa a Jalalian a recibir tratamiento como una práctica «equivalente a la tortura».
Después de años de tortura en las prisiones iraníes y a pesar de que se impidiera su ejecución, el futuro de Jalalian es todavía incierto. La amenaza de su asesinato por parte del estado iraní todavía existe.
A pesar de la actual crisis del coronavirus, es aún más necesario que nosotras, como mujeres, exijamos nuestros derechos. Debemos levantar nuestras voces contra todas las formas de opresión de la mujer. Como mujeres, es nuestro deber defender a todas y cada una de las mujeres, porque sólo juntas podemos exigir nuestra libertad.
- Zeyneb Jalalian y todos los prisioneros políticos deben ser liberados inmediatamente!
- ¡Exigimos que la comunidad internacional así como cualquier fuerza política en el mundo ejerzan presión sobre el estado iraní!
- ¡Exigimos la abolición de la pena de muerte y la transparencia del caso de Zeyneb Jalalian!
Movimiento Kongra Star
03 de marzo de 2020
