¡No dejaremos de luchar hasta que todos seamos libres!

El 9 de enero de 2013, el mundo se detuvo por un momento. Tres de nuestras compañeras revolucionarias del Kurdistán fueron asesinadas en París por el Estado fascista turco. Con gran respeto recordamos y conmemoramos a Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez y condenamos el vil asesinato con toda nuestra ira.

Sara, Rojbîn, Ronahî – tres mujeres que resistieron con determinación todas las formas de opresión y lucharon con todo su valor y determinación por la libertad de todos. Fueron ejecutadas deliberadamente porque suponían una amenaza real para los intereses de poder del Estado turco, así como para la superación del dominio patriarcal, y por todo lo que se organizó contra su opresión. Uno de los muchos feminicidios de mujeres políticas que se organizan y luchan por una vida liberada. Así, Sakine Cansız, como mujer y kurda, tuvo un papel destacado en la lucha del PKK y la liberación de las mujeres. En el movimiento de las mujeres kurdas ancló tanto el establecimiento de estructuras democráticas de base como la resistencia en el Kurdistán para superar la mentalidad patriarcal. Nunca se doblegó ante el Estado en su vida, sino que luchó con valor y determinación contra sus políticas opresivas y por la realización de las ideas socialistas. En Amed, asumió un papel de liderazgo en la organización de la resistencia en la cárcel, porque durante su encarcelamiento nunca abandonó su creencia en la resistencia. Al igual que los miles de presos políticos que aún hoy están recluidos en las condiciones más brutales en las cárceles turcas. Cárceles donde la tortura o la negación de medidas sanitarias son una realidad cotidiana, que ponen en peligro la vida de los presos y sus condiciones de salud.

El gobierno del AKP, con sus políticas fascistas y femicidas, es responsable no sólo de la masacre de París, sino también de la muerte de Garibe Gezer, activista kurda que murió a mediados de diciembre de 2021 tras sufrir graves torturas y violencia sexual en una prisión de máxima seguridad de Turquía. El recuerdo del asesinato de todas estas mujeres nos provoca una gran rabia. Sin embargo, no vamos a permanecer en silencio sobre estos feminicidios.

Estamos agradecidas por el legado que estas mujeres resistentes nos han dejado y recordamos su legado hoy en el aniversario de sus muertes. Las mujeres libres y revolucionarias son temidas y su fuerte lucha por la libertad es un objetivo permanente. Pero no olvidamos a quien asesinó a nuestras hermanas. No olvidamos a quien intenta limitar nuestra libertad y nuestras vidas. Aunque corten nuestras más bellas flores, no podrán detener la primavera. Unamos nuestras luchas y hagamos realidad los sueños de libertad de nuestras pioneras.

Resistamos juntos, porque la resistencia significa la vida. Aprendamos de Garibe, Sakine, Fidan, Leyla y todas las mujeres que dieron su vida luchando por la libertad. Su legado es nuestro honor y no dejaremos de luchar hasta que todos seamos libres.

Sara, Rojbîn, Ronahî – ¡Jin Jiyan Azadî!

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