Meena Keshwar Kamal (1956-1987) nació el 27 de febrero de 1956 en Kabul.
Durante su época escolar, los y las estudiantes de Kabul y de otras ciudades afganas tuvieron un compromiso profundo con el activismo social y los crecientes movimientos de masas.
En 1977, mientras estudiaba en la Universidad de Kabul, Meena fundó la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA), una organización creada para promover la igualdad y la educación de las mujeres, y que aún sigue «dando voz a las mujeres desfavorecidas y silenciadas de Afganistán».
A pesar de la revolución de Saur en 1978 y de que los derechos de las mujeres ocupaban un lugar destacado en la agenda de la República Democrática, Meena consideraba que no se habían producido grandes cambios en las condiciones de precariedad de las mujeres en Afganistán.
En 1979 hizo campaña y convocó reuniones en las escuelas para movilizar el apoyo contra el gobierno, y en 1981 lanzó una revista feminista bilingüe, Payam-e-Zan (Mensaje de las mujeres)
También fundó Escuelas Watan para ayudar a los niños refugiados y a sus madres, un hospital y centros de artesanía para mujeres refugiadas en Pakistán con el fin de apoyar económicamente a las mujeres afganas.
En 1980 se trasladó y estableció la base de la organización RAWA en Quetta, Pakistán, donde fue asesinada el 4 de febrero de 1987
En este día, 4 de febrero de 2022, nosotras, Women Defend Rojava, conmemoramos el 35º aniversario del martirio de Meena Keshwar Kamal. Es un día para recordarla y honrarla reiterando nuestro compromiso de continuar nuestra lucha contra el patriarcado, fundamentalistas religiosos, el imperialismo, el capitalismo y todos los sistemas que oprimen y esclavizan a las mujeres.
Meena sigue viva en nuestros corazones, en nuestras luchas.
Esta declaración no es sólo un mensaje para recordar que a lucha y la vida de Meena son un ejemplo para todas las mujeres. También es un mensaje para recordar la importancia de que construyamos un internacionalismo de mujeres.
Con RAWA, Meena sentó las bases de una organización que, 35 años después de su asesinato, más que nunca es una fuerza en la resistencia de las mujeres afganas. El regreso de los talibanes a Afganistán es una traición más contra las mujeres y la sociedad por parte de las potencias capitalistas. Nuestro apoyo a nuestras hermanas en Afganistán debe ser más fuerte que nunca. Se lo debemos a todas las mujeres que han muerto en la lucha, y a todas las que siguen arriesgando sus vidas en la resistencia, sacrificadas una vez más por las potencias dominantes de este mundo. Nuestra historia está ligada a la suya. Nunca podemos bajar la guardia. Lo hemos aprendido una vez más con los recientes atentados en el norte y el este de Siria, en la ciudad de Heseke, y el intento de retorno del Estado Islámico.
Nuestro mundo es frágil, pero somos fuertes. Somos fuertes juntas y necesitamos apoyo y ayuda en estos tiempos. En el espíritu de Meena, debemos construir una unidad revolucionaria para continuar su trabajo y la lucha suya y la de todas las mujeres que han perdido la vida, dándonos la fuerza para alcanzar nuestros objetivos.
Jin Jiyan Azadî.
Women Defend Rojava