Sobre el feminicidio de Nagihan Akarsel – Nuestra moral es más fuerte que su violencia
Condenamos el feminicidio de Nagihan Akarsel el 4 de octubre en Suleymaniya como parte de una estrategia global de exterminio.
Con el brutal asesinato de la activista Jineoloji en el sur del Kurdistán, no sólo fue asesinada otra mujer política. Es un intento de detener un movimiento que se dirige contra la destrucción de la sociedad. Nagihan Akarsel y su vida representan la búsqueda de los valores que sus asesinos tratan de destruir: la creencia en una vida libre, democrática y ecológica.
La ejecución de una mujer en su entorno habitual de camino a la biblioteca atestigua la gran cobardía de sus asesinos. Estos feminicidios pretenden intimidar, detenernos, pero son ante todo, además de toda la tristeza que sentimos, el impulso y la confirmación para continuar nuestro camino de liberación de la mujer.
El feminicidio de Nagihan Akarsel sitúa en un momento en que las mujeres de todo Oriente Medio, desde Kabul hasta Teherán, desde Rojava hasta el Kurdistán del Este, se rebelan contra el patriarcado. El sistema capitalista patriarcal siempre ha respondido a estas resistencias con la guerra, la violencia y el feminicidio.
Actualmente publicamos casi semanalmente declaraciones sobre mujeres detenidas, secuestradas, violadas, torturadas o asesinadas. El público suele guardar silencio: a un grito inicial le sigue un huracán de silencio. Pero el ejemplo de Jina en Irán también nos muestra cómo las cosas pueden ser diferentes, cómo el clamor puede y debe ser seguido por un levantamiento.
Hay que romper la normalidad con la que el Estado turco asesina deliberadamente a los activistas. Mientras la sociedad y el gobierno no se opongan explícitamente a la política de aniquilación contra el pueblo kurdo y los representantes de los valores democráticos, seguirán siendo sus aliados.
Retomamos las palabras para anunciar la segunda Conferencia Internacional de Mujeres, que tendrá lugar en Berlín en noviembre de 2022. Aunque los Estados traten de invisibilizar la principal contradicción del siglo XXI, es decir, la cuestión de la liberación de las mujeres, sabemos que hay otros caminos que los que nos presenta el Estado como alternativas. Porque la contradicción que define la época actual es la lucha contra la colonización de las mujeres.
Y esta lucha sigue siendo para que encontremos un camino común para unir nuestras fuerzas, para fortalecer los valores democráticos de los pueblos y para construir una vida libre para todes.
Saldremos de nuestras casas cuando queramos, soltaremos el pelo como nos parezca, viviremos nuestra lengua y nuestra cultura como hemos luchado, y crearemos el futuro para que sea digno de una vida humana.
Nuestra organización es la respuesta a los feminicidios que experimentamos. Y la conferencia de Berlín de los días 5 y 6 de noviembre es un paso más hacia un Confederalismo Mundial Democrático de Mujeres que haga visibles los colores de todas las personas y nos una en vez de dividirnos.
El recuerdo de Nagihan Akarsel, al igual que el de muchas otras mujeres amigas y compañeras, nos acompañará y fortalecerá en esta conferencia y en cada uno de los días de nuestra vida cotidiana: su belleza y su fuerza son indicadores para nosotras, nuestro dolor y nuestra rabia nuestros motores.
Cenî – Oficina de la Mujer Kurda para la Paz y Women Defend Rojava